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ordenamientos legislativos en el vecino país
que tienden a magnificar los costos sociales
de la migración, a vincularla injustamente con
diversosmales sociales y aminusvalorar sus
beneficios.
Consecuente con esas definiciones,
el Gobierno norteamericano ha reforzado
la vigilancia fronteriza y el levantamiento
de muros y bardas en los límites con México.
Estas y otras medidas similares contribuyen
a generar un clima de inseguridad y violencia
en la frontera común; ponen en riesgo la
integridad y los derechos de los migrantes;
merman los beneficios de la migración; y
tienden a vulnerar las propuestas más
imaginativas de la diplomacia y la
concertación en la materia. Frente a este tipo
de medidas y acciones de carácter unilateral,
se requiere anteponer el diálogo, la
moderación, la racionalidad y la tolerancia,
así como otorgar a la cooperación bilateral
un papel cada vez más preponderante para
identificar soluciones justas y provechosas
para ambas partes.
En este marco, resulta indispensable
avanzar en la construcción de consensos en
la materia, lo que implica, entre otras tareas,
desarrollar un análisis objetivo, equilibrado
y más preciso de la realidad migratoria;
promover el reconocimiento de que la
migración es un asunto que demanda
de ambos países una atención integral,
constructiva y de fondo; y alentar la
elaboración de propuestas realistas dirigidas
a administrar y regular este fenóme no.
No hay duda que la explotación de la
EMIF
puede aportar valiosos insumos para apoyar
la realización de estas tareas.
Comentarios de la Encuesta sobre
Migración en la Frontera Norte
de México, 1993-1994
GustavoCabrera Acevedo
El Colegio de México
es agradezco a los organizadores
de esta reunión haberme invitado
a comentar los elementos conceptuales y
metodológicos, y los resultados del Primer
Levantamiento Anual de la "Encuesta sobre
Migración en la Frontera Norte de México
1993-1994", como proyecto conjunto de la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el
Consejo Nacional de Población y El Colegio
de la Frontera Norte.
Introducción
La franja fronteriza del norte de México
representa una zona estratégica, de índole
política, económica, cultural, tanto nacional
como internacional. Históricamente ha sido
una zona, una frontera, de conflictos entre los
dos países limítrofes. Así, el poblamiento y la
actividad económica y comercial de la zona
fronteriza estuvieron presentes desde la
consumación de la independencia, como
elementos necesarios para la salvaguarda
y el desarrollo de la nación.
Hay múltiples propuestas, programas y
políticas desde el siglo pasado en el sentido
de promover mayor poblamiento mediante
el establecimiento de colonias fronterizas
en el norte de México y reforzar su economía
con el fin de atraer cada vez más a
trabajadores y sus familias de otras regiones
del país. Ya en este siglo, la primera Ley
General de Población de 1936, en su artículo
7º, inciso VI, determina "procurar el
establecimiento de fuertes núcleos nacionales
de población en lugares fronterizos que se
encuentren escasamente poblados, pudiendo
ministrar los elementos económicos y
culturales que fueren precisos"; en otro
sentido, en el inciso I de la misma ley, "dictar
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