Página 21 - Boletin9

Versión de HTML Básico

21
categoría de la
EMIF
; otra fue contar también
con la
ENADID
(Encuesta Nacional de la
Dinámica Demográfica), y otra tener ahora
mejores censos y un conteo a la mitad del
decenio. Realmente no quisiera pensar en
lo que nos hubiera pasado frente a los
estadounidenses sobre todo sin la
EMIF
y sin
la
ENADID
. Y no es que se tratara de suplantar
una fuente estadounidense con otra de
México, sino la de buscar juntos una
estimación lo más objetiva posible a partir
de datos confiables en los dos países. Al
respecto sólo he de decir que, junto con
nuestros técnicos, las fuentes mexicanas
quizás por primera vez (no lo sé), nos
dejaron muy honrados para satisfacción
de todos. Creo que esto es lo mejor que por
ahora puedo y quiero decir de una encuesta
como la
EMIF
; lo demás sobra.
A otro nivel quiero expresar mi deseo
de que la encuesta pueda ser debidamente
explorada, es decir, que pueda haber en las
condiciones actuales nuestras, suficientes
investigadores para analizarla pues de otra
forma se convertirá en un mausoleo dentro
de los "discos duros". Ojalá no suceda
porque el tema migratorio seguirá siendo un
tema muy importante para México y
tenemos que seguir preparándonos para
futuras negociaciones con nuestros vecinos.
Quiero también llamar la atención
sobre algo que normalmente no se hace:
que los trabajos previos a la encuesta que
llevaron a determinar el marco muestral
que sería utilizado es en si mismo un estudio
importante sobre las características del flujo
migratorio. A través de esos estudios (de
los que hasta ahora sólo conocemos las
informaciones generales), podríamos
comprender aspectos específicos de la
movilización de los mexicanos frente a la
geografía de la frontera norte que más que
solo geografía implica también una situación
geopolítica. Pensaría que un conocimiento
más detallado de esos estudios nos
descubriría aspectos totalmente
desconocidos por nosotros sobre la lógica de
una movilización determinada que implica
una carencia o escasez de recursos
económicos por parte del migrante,
así como una necesidad de balancear y
minimizar los riesgos posibles a fin de
maximizar las posibilidades de éxito,
etcétera. Para contrastar situaciones
tendríamos que pensar si un paso libre
por la frontera nos daría o no un tipo de
comportamiento semejante al que se da
en las condiciones actuales. ¿Por qué, por
ejemplo, algunos o muchos migrantes que
van a Nueva York deciden cruzar por Tijuana
y no por Laredo?; ¿cuál sería la ventaja
comparativa de alejarse geográficamente de
su destino? Estoy seguro que si conociéramos
esos estudios que fueron útiles para el
muestreo, obtendríamos pistas importantes
sobre el comportamiento mismo del migrante
mexicano. Por ello deseo expresar aquí la
importancia de poder contar también con
ese tipo de trabajos aunque fuera como mera
posibilidad de consulta pues se trata de
trabajos que, por su naturaleza, pueden
cumplir varias funciones.
Para terminar, sólo quiero expresar,
como seguramente lo dirán también otros
comentaristas, que efectivamente son muchas
las posibilidades de nuevos conocimientos
que sobre el fenómeno migratorio podremos
obtener a través de la
EMIF
, sin embargo, será
necesario empezar o continuar su uso entre
estudiantes e investigadores de distintos tipos
con el objeto de detectar y calibrar también,
junto con las cualidades, las debilidades y
carencias de una fuente de esa naturaleza.
De no hacerlo así correremos el riesgo
de no orientarnos debidamente a nuestro
objeto de estudio.
Finalmente, sería deseable que se
pudieran organizar pequeños cursos que
facilitaran el uso de esta fuente sobre todo
entre investigadores de los estados de origen
de la migración. De esta manera, además de
promover el uso mismo de esta base
de datos, serviría para apoyar el mejor
desempeño de las posibilidades de
investigación que existen en el interior
del país.
OMI