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No obstante, existen dos aspectos que no
deberían ser dejados de lado. Por una
parte, la cuestión de la dinámica de las
remuneracionesmensuales para cada
sector a través de las tres fases de la
encuesta; así, mientras que en los sectores
primario y secundario se puede identificar
una tendencia creciente del salario pro-
medio, en el sector de servicios no es así,
advirtiéndose, si no un claro deterioro, sí
cierto estancamiento. Sin embargo, antes
de aventurar alguna explicación relativa a
las condiciones del mercado laboral
estadunidense del sector terciario al que
acceden los migrantes mexicanos, sería
preciso investigar si a través de estos años
no ha habido cambios en las característi-
cas de los trabajadores temporales que se
han empleado en dicho sector. Por otro
lado, debe considerarse que en los tres
levantamientos de la
EMIF
el salario prome-
dio más bajo ha correspondido al sector
primario.
u
Experiencia migratoria
. Los trabajadores
temporales que contaban con experiencia
migratoria laboral previa percibieron,
según los datos de los dos últimos levan-
tamientos de la
EMIF
, un salario medio
superior que sus compatriotas sin expe-
riencia; la diferencia de acuerdo con los
datos más recientes era de casi 200
dólares: cerca de 980 dólares para los
migrantes con experiencia y aproximada-
mente 770 para el resto. Cabe destacar,
sin embargo, que dicha diferencia no
parecía tener lugar según los datos de la
primera etapa de la encuesta. Otro hecho
que llama la atención es que mientras la
remuneración media de los migrantes con
experiencia se ha incrementado cerca de
200 dólares entre 1993 y 1997, la corres-
pondiente a los trabajadores que por
primera vez emprendieron la aventura de
la migración laboral no sufrió mayores
cambios (en la primera fase era poco más
de 800 dólares).
u
Autorización para trabajar en Estados
Unidos
. La información proporcionada
por las tres fases de la encuesta dejan en
evidencia que el hecho de contar o no
con autorización (documentos) para
para las tres fases de recolección de la
encuesta (aproximadamente, 880, 920 y
1010 dólares, respectivamente),
marcando diferencias con los promedios
de las demás categorías que parecen
comportar significación estadística.
u
Jefatura de hogar
. Las estimaciones
puntuales de las tres etapas de la encues-
ta son superiores para los trabajadores
jefes de hogar en comparación con los
no jefes. Sin embargo, mientras que en
las dos primeras fases las diferencias no
parecen significativas, en la última sí,
mostrando que, en promedio, los jefes de
hogar ganaron casi 150 dólares mensua-
lesmás que los demásmigrantes. Estas
diferencias podrían explicarse, por una
parte, a través de otras variables
presumiblemente asociadas (por ejemplo,
la mayor edad promedio de los jefes de
hogar que puede ir de la mano de una
mayor experiencia migratoria y laboral, y
de autorización para trabajar) y, por la
otra, suponiendo un mayor ímpetu y
desenvolvimiento para proveerse de
trabajos mejor remunerados, en virtud de
sus mayores responsabilidades económi-
cas con sus hogares en México.
u
Sector de actividad en Estados Unidos
.
Cuando las estimaciones del salario
promedio de los trabajadores temporales
se clasifican por sector de actividad en
Estados Unidos se observan variaciones
entre los sectores, a través de los tres
levantamientos, que no permiten precisar
alguna regularidad. En la primera fase de
la encuesta, por ejemplo, el promedio de
remuneración mensual más alto se
ubicaba en el sector de los servicios
(cerca de 930 dólares) y el más bajo en el
sector primario (aproximadamente 720
dólares); en la segunda fase el menor
salario promedio correspondía nueva-
mente a este sector (casi 740 dólares),
pero el más alto se observaba en el
secundario (poco más de 940 dólares);
finalmente, en el tercer levantamiento el
promedio más elevado se situó en el
sector secundario (970 dólares), pero en
esa ocasión las medias salariales en los
dos restantes eran similares (890 dólares).