Observatorio de Migración Internacional Y Movilidades Humanas

Observatorio de Migración Internacional Y Movilidades Humanas

Tensiones ante la política migratoria de Estados Unidos. Narrativa en medios entre el 13 de febrero y el 13 de junio

¿Qué pasa con la migración?

La tensión migratoria entre México y Estados Unidos durante los primeros meses de 2025 evidenció transformaciones impulsadas por las políticas migratorias instrumentadas por el actual gobierno estadounidense. Se han intensificado las medidas de política restrictivas a través de una estrategia que incluye campañas multimillonarias de disuasión, la militarización de la frontera, y la creación de un registro obligatorio para personas migrantes indocumentadas, con severas consecuencias para quienes no se registren.

El endurecimiento de la política migratoria generó un impacto en el flujo migratorio tradicional tanto de personas de México a Estados Unidos como de otras latitudes a México. El fenómeno migratorio en México tendió a estancarse durante este periodo, evidenciándose principalmente en el perfil de refugio que comenzó a predominar con un aumento de mujeres, menores acompañados y personas solicitantes de refugio en el país, además se registró un aumento en las solicitudes de refugio, superando los 150 mil casos de 2024.

Las cifras oficiales en ambos países respaldan esta tendencia, con reportes de reducciones drásticas en el flujo de migrantes en la frontera sur de México y en la frontera con Estados Unidos. Las detenciones fronterizas en la Unión Americana incluso han caído más de 90 por ciento, según declaraciones del propio presidente de los Estados Unidos, en comparación con periodos anteriores. Si bien los datos oficiales confirman estos cambios, cabe preguntarse si este descenso será sostenible, si es coyuntural o si con algunos países —entre ellos México— se impulsará una regulación del flujo de mano de obra.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de U.S. Customs and Border Protection (CBP).

El endurecimiento de medidas, como las redadas masivas, la suspensión de programas de protección humanitaria y la militarización de la frontera, ha producido un ambiente de temor generalizado entre la población migrante y ha provocado un aumento de deportaciones y retornos voluntarios.

Está en proceso la cancelación del Seguro Social a miles de migrantes, así como la ayuda alimentaria que reciben los menores de edad, lo que los coloca en una situación de extrema vulnerabilidad. Además, el establecimiento de zonas restringidas bajo control del Departamento de Defensa, ha dado como resultado la detención de más de 1 400 personas migrantes acusadas de ingresar ilegalmente a estas áreas, muchas de ellas sin conocimiento de su designación como zonas militares. Las personas detenidas ahora enfrentan cargos agravados por seguridad nacional, que podrían derivar en hasta 18 meses de prisión.

En medio de este panorama, el Gobierno de México ha buscado mantener una postura de cooperación con el actual gobierno estadounidense, permitiendo vuelos de repatriación, reforzando su propia frontera sur y promoviendo acuerdos bilaterales para contener los flujos. No obstante, esta colaboración ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos, que señalan una creciente vulnerabilidad de las personas migrantes ante abusos, violencia y detenciones arbitrarias. Algunos migrantes han expresado miedo a ser detenidos incluso en espacios públicos, como se documentó en operativos recientes en Texas. Los testimonios sobre malos tratos en centros de detención estadounidenses, condiciones inhumanas durante la repatriación y secuestros en territorio mexicano indican que los derechos humanos no son una prioridad en este momento.

Asimismo, el gobierno mexicano ha implementado medidas contra el tráfico de migrantes y drogas. Estas acciones incluyeron el despliegue de 10 mil elementos de la Guardia Nacional en su frontera norte y la detención de casi 30 narcotraficantes enviados a Estados Unidos. No obstante, las tensiones diplomáticas entre ambos países han persistido, marcadas por la nueva política económica y fiscal estadounidense, entre cuyas acciones se encuentran las nuevas tarifas arancelarias y el establecimiento de un impuesto a las remesas, así como demandas cruzadas sobre seguridad fronteriza y combate al narcotráfico.

El endurecimiento de la política migratoria está impactando la economía mexicana, el volumen de remesas del mes de abril de este 2025 registró una caída de 12 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, y entre enero y abril de 2025 se registró igualmente 15 por ciento de reducción en el número de transferencias respecto al mismo periodo de 2024.

Por último, socialmente hay una creciente resistencia popular en Estados Unidos contra las políticas migratorias instrumentadas, con manifestaciones en distintas ciudades y críticas sobre la militarización de la frontera, que algunos sectores en la Unión Americana calificaron de desproporcionada dada la tendencia a la baja en cruces no autorizados.

Fuentes consultadas:
U.S. Customs and Border Protection (CBP). Southwest Land Border Encounters.
Recuperado de https://www.cbp.gov/newsroom/stats/southwest-land-border-encounters