5
alrededor de 20 por ciento de sus respecti-
vos
PIB
, algo más de la mitad del valor de sus
exportaciones y 15 por ciento de su deuda
externa. En el caso de Egipto, sus ingresos
superiores a tres mil millones de dólares
equivalieron a casi el valor total de sus
exportaciones durante el año de referencia.
En América Latina y El Caribe, México
tuvo en 1995 la mayor captación de remesas
con 4.4 mil millones de dólares (cifra que es
superior a la estimada por el
Estudio
Binacional
), seguido de Brasil (3.0), El
Salvador (1.1), República Dominicana (0.8) y
Jamaica (0.5). Para El Salvador y Jamaica, las
remesas representaron algo más de diez por
ciento del
PIB
; para El Salvador y República
Dominicana este flujo de divisas fue
levemente superior al valor de sus bienes
exportados, y representó alrededor de 40
y 20 por ciento de su deuda externa, res-
pectivamente.
Cabe hacer notar que, según el
FMI
, al
siguiente año nuestro país alcanzó el primer
lugar a nivel mundial al obtener alrededor
de cinco mil millones de dólares. En 1997 el
flujo total de remesas se ubicó en una cifra
cercana a los 5 mil 300 millones de dólares.
8
La relevancia para la economía
mexicana del flujo de remesas ha sido
habitualmente destacada a través de ciertos
indicadores macroeconómicos. Lozano
(1992) señala que los recursos económicos
que ingresaron a México en 1990 por
remesas internacionales fueron superiores
al valor de las exportaciones agropecuarias
para ese año, y rebasaron el monto
de la inversión extranjera directa; asimismo,
la cuantía de las remesas es comparable
con la captación que tuvo el país por con-
cepto de turismo internacional, y levemente
inferior al valor agregado de la industria en
1997. En el mismo sentido, en el
Estudio
Binacional
(1997) se observa que para 1995
el valor de las remesas fue equivalente a
poco más de la mitad del total de la inversión
extranjera directa, y representó cerca de
cinco por ciento de los ingresos obtenidos
por exportación de bienes. A lo anterior,
puede agregarse que el volumen total de los
recursos por remesas durante 1996
representaron alrededor de 30 por ciento del
gasto nacional ejercido en educación durante
ese año, poco menos de 65 por ciento del
presupuesto ejercido en salud, y 167 por
ciento de la inversión pública federal en
vivienda.
9
Algunas estimaciones
de remesas en México
a estimación de la magnitud de
remesas es un tema complejo y
controvertido; por ello, las metodologías de
estimación—que a su vez dependen de las
fuentes de información— y la definición de
las poblaciones relevantes, se encuentran en
constante revisión. Por ejemplo, en el cuadro
2 puede observarse que en su esfuerzo
pionero Manuel Gamio (1930) estimó para
el periodo 1920-1928 un promedio anual
de alrededor de 4.9 millones de dólares;
Cornelius consideró que en la segunda mitad
de los setenta el monto de las remesas exce-
día probablemente los dos mil millones de
dólares anuales,
10
mientras que Díez-Canedo,
discrepando con Cornelius, ubicaba su
estimación para 1975 en el orden de los
317.6 millones. De acuerdo a García y
Griego y Giner de los Ríos, en 1984 el
volumen de estas divisas ascendió a 1.8 mil
8
La cifra incluye el valor registrado para ese año por el Banco de
México en el rubro "Remesas familiares" de la Balanza de
Pagos, más una estimación (86%) de la parte de remesas
incluida en el rubro "Otros" del renglón "Servicios factoriales".
La proporción de 86 por ciento es asumida por el
FMI
para los
años 1995 y 1996.
9
Para educación y vivienda los datos se obtuvieron de Zedillo,
Ernesto (1997),
3er. Informe de Gobierno. Anexo,
México
;
para
salud, Secretaría de Salud/Sistema Nacional de Salud, (1997),
Boletín de Información Estadística. Recursos y Servicios
, No.16,
Vol.1, México. Se consideró el tipo de cambio medio anual de
7.6 pesos por dólar estimado por Banco de México (1998),
Indicadores Económicos
, México.
10
Esta es una estimación revisada y corregida de la realizada en un
trabajo previo del mismo año que situaba el monto total en más
de tres mil millones de dólares. Cornelius, W. (1979).
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