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México. Así, mientras que alrededor de 14
por ciento de las mujeres mexicanas o de
origen mexicano en Estados Unidos de 15 a
19 años de edad ya había experimentado
una unión, entre la población “blanca” la
cifra disminuye a cuatro por ciento. A ello
hay que agregar la menor incidencia del
divorcio o la separación entre las mujeres
mexicanas o de origen mexicano.
Tamaño del hogar.
Una proporción
significativa de la población mexicana y de
origen mexicano reside en hogares
relativamente grandes. Con frecuencia, estos
hogares son de tipo ampliado o compuesto,
producto de la precariedad de los ingresos
de una proporción considerable de esta
población, sobre todo de los inmigrantes que
arribaron a la Unión Americana en los años
recientes, quienes a menudo conforman
arreglos residenciales donde conviven con
parientes o paisanos (véase cuadro 3).
Escolaridad.
Sobresale el elevado nivel
de escolaridad de la población mexicana o
de origen mexicano en Estados Unidos,
sobre todo si se le compara con el de la
población de México. La mitad de
la población de quince años o más cuenta
con doce grados de educación formal,
aunque cabe señalar que en el interior
de este agregado se observan fuertes
contrastes, pues sólo 37 por ciento de los
nacidos en nuestro país alcanza este nivel
de escolaridad y entre la población de
origen mexicano (de primera o segunda
generación) sobrepasa los 60 puntos
porcentuales (véase cuadro 3).
Pobreza e ingresos.
La precariedad de
los ingresos de la población inmigrante a
menudo se refleja en la elevada incidencia
de la pobreza. De acuerdo con la norma
estadounidense, 24 por ciento de la
población mexicana y de origen mexicano
se ubica por debajo de la línea de pobreza.
Esta condición se acentúa entre la
población inmigrante (25.7%) y la nacida
en Estados Unidos de padres mexicanos
(27%), quienes conforman unidades
domésticas donde los generadores de
ingresos cuentan con una baja escolaridad
y, a menudo, su condición de
indocumentados no les permite acceder
a trabajos mejor remunerados. En efecto,
los ingresos laborales son significativamente
menores en esos conjuntos, al grado que
representan alrededor de 75 por ciento
del salario mensual de la población de
origen mexicano de segunda generación,
quienes perciben casi 2,000 dólares
mensuales, en promedio
(véase cuadros 3 y 4).
Desocupación abierta.
Aunque los
niveles de desocupación abierta de los tres
grupos no muestran mayores diferencias
(entre 4.5% y 4.9%), se observa una menor
participación en la actividad económica
entre los hijos de los inmigrantes (61.2%).
En cambio, los dos conjuntos restantes (esto
es, los nacidos en México y las personas de
origen mexicano de segunda generación)
registran una alta tasa de participación en la
actividad económica, de casi 70 por ciento.
Donde se observan fuertes diferencias entre
los nativos de la Unión Americana y los
inmigrantes mexicanos es en su distribución
Gráfica 2.
Porcentaje de mujeres alguna vez unidas, por grupos de edad,
según población, 2000
Fuente: estimaciones del Consejo Nacional de Población (
CONAPO
) con base en U.S. Census Bureau,
Current Population Survey (
CPS
), de marzo 2000; e INEGI, XII Censo -General de Población
y Vivienda 2000.
De 15 a 19 años
De 20 a 29 años
De 30 a 39 años
De 40 a 49 años
De 50 a 59 años
De 60 años o más
Grupos de edad
0 %
20 %
40 %
60 %
80 %
100 %
Porcentaje
Blancas no hispanas - E. U.
De origen mexicano - E. U.
Población residente en México